Los análisis al respecto indican que ya hay más posibilidades de empleo y que el emprendimiento que buscaba autoempleo ya no es tan frecuente.
Así mismo se observa una ralentización en el crecimiento de las nuevas start up y a las cifras de dos dígitos de tasa de crecimiento ya se ha pasado a las de un dígito.
Pero en ambos casos parece abrirse camino una situación diferente o, cuanto menos, de mayor especialización en los proyectos.
En definitiva parece abrirse camino la innovación como estrategia en ambos casos. Pero al que en esta ocasión me quiero referir es al emprendimiento, que partiendo de ideas tradicionales o modelos de negocio tradicionales introduce la innovación como la estrategia para el cambio hacia nuevos modelos de negocio, nuevos productos y procesos.
Así pues no se trata, aunque lo parezca, de ningún oxímoron ya que se puede partir de la tradición y aplicar la innovación para lograr emprendimiento.
Entremos en situación: Comercio de barrio.
Ya me he referido a este segmento en otra entrada.
Si la innovación la entendemos como el proceso de transformar ideas nuevas y/o diferentes en productos/servicios/modelos de negocio que alcanzan el éxito en los clientes tendremos que partir, también en el caso del pequeño comercio, de Estrategias claras que favorezcan dichas ideas.
Veamos algunas:
Focalizar en el cliente: saber escuchar al cliente, construir el "mapa de empatía" tanto para clientes actuales como potenciales, saber leer los cambios de percepción y estructura demográfica. Son fuentes de innovación fundamentales.
Conocer los datos actuales: tenemos que partir de un conocimiento interno profundo, de los números de nuestro negocio, segmentación de ventas, productos, clientes. No hacerlo es ir a ciegas.
Estudiar la competencia: la cercana y la no tan cercana para ver lo que hacen y lo que no hacen. Estudiar lo que intentan y aprender de ellos.
Adaptar la propuesta de valor a los nuevos segmentos identificados: El punto anterior nos tiene que conducir a saber rediseñar nuestra propuesta de valor para adaptarla a las nuevas circunstancias. Es el momento de las ideas.
Transformar las ideas en hechos: Definir varios proyectos y elegir el que mejor se adapte a nuestros recursos, nuestra cultura, saber hacer, entorno, duración, etc. Y, además, programar el proyecto para que su realización tenga un calendario concreto, asignación de recursos definidos y responsabilidades asignadas (para el caso de que compartamos ideas).
Pero hay cosas que hoy no podemos dejar de lado: Estar presentes en las redes sociales en la ciudad, ofrecer (en determinados casos) la venta "on line", imagen asociada a la cultura de la nueva idea, hacer partícipe al cliente para que opine en la red, captar el máximo de contactos sobre los que poder hacer lanzamientos y campañas, etc. Todo ello es posible hoy, relativamente fácil y relativamente económico.
Tener claro el presupuesto: El nuevo proyecto requerirá de recursos económicos y es el momento de tomar decisiones entre hacerlo, intentarlo, o seguir como antes y esperar a ver qué pasa.
Es el momento de ponerse en marcha y saltar el obstáculo que supone la incertidumbre, asumir el riesgo que todo proyecto de innovación lleva asociado, enfrentarse a esas frases demoledoras que iremos escuchando: “Eso no va a funcionar”, “este barrio no acepta eso”; “Vas a invertir dinero y no sabes lo que va a resultar, cuidado”; “Te la vas a pegar, es una locura”, “no saldrá bien”, “sigue como siempre y espera a que escampe”; “La gente de este barrio no cree en esas ideas nuevas” y “ya viste lo que le pasó a fulano cuando lo intentó”...
Pero los que lo intentan tienen que tener claro que parten de claras ventajas:
Conocen su trabajo y su negocio.
Lo quieren intentar y, por lo tanto, ya han tomado la decisión de analizar el tema.
Son conocedores de la situación actual y han estudiado las perspectivas de futuro.
Les gusta seguir con la actividad.
Estas ventajas y un buen proyecto pueden favorecer la probabilidad de éxito.
¿Ya tienes claro cómo puedes innovar desde la tradición?
Comentarios
- Dom, 07/01/2018 - 16:08— responderBuenas! Soy jair amores, del podcast EfecTivida. Me parece un gran artícUlo. Ademas, añadiria que el publico potencial inicial no es el que te dice esas frases de “esto aqui no funciona”. Los barrios cambian, y sus habitantes tambien. Los nuevos habitantes son el objetivo. Los otros terminaran aceptando la evidencia, y acudiran mas tarde.