La innovación no es un proceso que tiene vida propia, que se genera de forma espontánea. Hay que ponerlo en marcha y es precisamente el liderazgo la forma perfecta de iniciar la actividad, mediante el liderazgo efectivo y, a la vez, innovador se debe iniciar la actividad. Pero por dónde empezar y cómo hacerlo. Para dar respuesta a la pregunta inicial, es decir para hacer realidad el liderar para innovar ¿por dónde empezar? he seleccionado 3 artículos de tres de mis autores de cabecera que nos dan pistas desde diferentes ópticas: