Que la innovación implica riesgo parece una frase hecha pero conviene desmenuzarla para sacar provecho de la misma. Tanto la literatura como la realidad experimental que observamos a nuestro alrededor está llena de ejemplos de empresas y sus productos o servicios innovadores exitosos. Pero no es menos cierto que son muchos más los que fracasan y que nunca llegamos a conocer. Cualquier proyecto de innovación puede resultar un fracaso o un éxito, pero es habitual que el éxito sea posterior a diferentes fracasos previos del mismo proyecto.