La innovación ha sido una de las bazas jugadas en estos críticos momentos.
La pandemia de la Covid-19 ha obligado a poner en marcha gran cantidad de ingenio para protegernos frente al virus Sars-Cov-2 en unos momentos especialmente dramáticos.
En una anterior entrega aportaba 2 innovaciones, una silla ergonómica para tantas horas de trabajo en casa y mascarilla especial para cantantes y músicos (y sus instrumentos), mientras que en esta ocasión me voy a referir a innovaciones en recubrimientos de productos que nos pueden proteger, vía contacto, en la transmisión del Sars-Cov-2.
Efectivamente y de forma auténticamente de temor no sabíamos muy bien la forma en que este último virus permanecía en las superficies y cuál era el tiempo en que estaba activo.
Fueron semanas, meses, en los que aparecían diferentes noticias y estudios sobre el tiempo de permanencia sobre diferentes tipos de superficie.
Han sido muy numerosos los intentos en este campo y me voy a referir a tres de ellos para abarcar un amplio abanico de superficies con las que estamos en contacto y que nos ayudan a prevenir el contagio por contacto.
Nuevamente me he centrado en innovaciones relativamente sencillas, que conozco y en las que la persona es el principal actor.
Sirva como mi particular homenaje a tantas personas que se han esforzado por contribuir con su creatividad e innovaciones resultantes a tratar de paliar los efectos de tan devastadora pandemia.
Vayamos a por la primera: Manivelas.
Todos hacemos uso de las manivelas constantemente: ventanas, puertas, cajones, pasamanos, etc.
Están fabricadas de muy diversos materiales que van desde el aluminio al acero u otros metales y sus aleaciones.
Nuevamente el ingenio, fase imprescindible en todo proceso de innovación, hace que se analicen nuevos (o viejos) materiales que sean capaces de interaccionar con el virus y eliminarlo en el menor tiempo posible. Abundan los trabajos sobre este tema en la bibliografía pero en el caso al que me refiero nos centramos en las aleaciones conteniendo cobre.
El Cobre se ha venido demostrando, desde tiempo, extremadamente efectivo contra las bacterias y había que probar su efecto en el caso del SARS-Cov-2.
Las experiencias que se estaban investigando apuntaban a resultados muy positivos, eficaces y favorables frente a las soluciones con aluminio y acero.
En la empresa Aleaciones Estampadas S.A. (AESA) tienen experiencia en forjado de diferentes tipos de aleaciones y, entre ellas, las de cobre. Era el momento de probar dichas aleaciones en productos (manivelas de todo tipo) y su eficacia frente al coronavirus Sars Cov 2. El resultado ha sido eficaz
Los resultados frente al virus son positivos.
Vayamos a por el segundo ejemplo: Un tejido capaz de eliminar por contacto al Sars Cov-2.
La empresa Nanox ha desarrollado un tejido con micropartículas de plata en la superficie capaz de inactivar el virus SARS-CoV-2 en las pruebas realizadas en el laboratorio, donde el material ha eliminado el 99,9% del virus después de dos minutos de contacto.
El desarrollo del material ha contado con la colaboración de investigadores del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Universidad São Paulo (ICB-USP), el Laboratorio de Química Teórica y Computacional de la Universitat Jaume I de Castellón (España), y del Centro de Desarrollo de Materiales Funcionales (CDMF), uno de los Centros de Investigación, Innovación y Difusión (CEPID) con el apoyo de la FAPESP (Fundación Estatal de Apoyo a la Investigación) de São Paulo.
El tejido está compuesto por una mezcla de poliéster y algodón (polycotton) y contiene dos tipos de micropartículas de plata impregnadas en la superficie a través de un proceso de inmersión, seguido de secado y fijación, llamado «curado en seco».
Personal investigador del CDMF en colaboración con un equipo de UJI, coordinado por el catedrático Juan Andrés Bort del Departamento de Química Física y Analítica de la UJI, iniciaron hace unos meses una serie de pruebas para evaluar un posible uso de las nanopartículas de plata en la lucha contra el nuevo coronavirus, ante las evidencias en la literatura científica de su posible eficacia contra otros tipos de virus, predecesores del COVID-19.
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El tercer ejemplo sigue esta misma línea: Cerámica con propiedades antibacterianas.
La empresa METCO presenta su producto Mobacter destinado a impregnar las piezas cerámicas (pavimentos y revestimientos cerámicos) durante el proceso de producción para que sean superficies que, al igual que en los dos anteriores ejemplos, puedan eliminar bacterias (producto ya desarrollado) y Sars Cov-2 (en fase de desarrollo).
Es una solución estructural con dichas propiedades certificadas, medibles y duraderas.
Mobacter es un compuesto incoloro que se rocía sobre cada azulejo antes de su cocción. Sometido al calor del horno (1220 °C), el compuesto desarrolla plata coloidal que, sumergida en la fase vítrea, genera centros activos antibacterianos permanentes dentro de las primeras capas del cuerpo cerámico.
Las propiedades “antibacterianas” de la plata se conocen desde hace siglos. La cubertería y las copas de plata —para quien se las podía permitir— eran un remedio empírico, relativamente eficaz, frente a las “contaminaciones cruzadas” (el paso directo o indirecto de microbios de unos a otros alimentos o de utensilios a alimentos, a veces por mediación de las manos del hombre).
Hay un argumento de tipo estrictamente tecnológico: las soluciones desarrolladas hasta ahora (compuestos fotocatalíticos o diversas aplicaciones sobre la superficie después de la cocción) han demostrado tener limitaciones evidentes por lo que respecta a las condiciones de uso (necesidad de luz solar o rayos ultravioletas para funcionar) y, lo que no es menos importante, lo que se refiere a la durabilidad.
¡Enhorabuena a los tres y a todos los que lo han intentado!