Innovación Abierta, ¿Por qué con start ups?
Las start ups son organizaciones que crean tecnología nueva y que pretende ser disruptiva. La creación de esa tecnología conlleva riesgo empresarial asociado a la propia tecnología, desarrollo, mercado y comercialización.
l nacimiento de las start ups está asociado a la aparición del capital riesgo y se suele poner su inicio en el hecho concreto, acaecido en diciembre de 1947 en los laboratorios Bell, con el germen de la que sería Fairchild Semiconductor con sus ocho fundadores.
Las start ups son organizaciones que crean tecnología nueva y que pretende ser disruptiva. La creación de esa tecnología conlleva riesgo empresarial asociado a la propia tecnología, desarrollo, mercado y comercialización. Dicho riesgo es asumido, habitualmente, por los propios emprendedores de la idea y por los inversores que creen en dicho desarrollo como fuente de futuros beneficios.
Aquí es donde aparece el nexo de unión entre la start up y la empresa consolidada; es el riesgo que asumen los emprendedores de la start up para hacer valer su nueva tecnología o conocimiento y que no están dispuestas a asumir las consolidadas.
Es muy recomendable la lectura del capítulo –Llegan las start ups- del libro de Pere Condom-Vilá, “Ciencia, tecnología y start ups” (2020), de la colección Economía y Empresa, editado por la UBe, para recordar la aparición del primer fondo de inversión (ARDC) centrado en start ups y cómo su dinámica, con respecto a la empresa emergente DEC, dio lugar a una forma de invertir todavía actual, de hacerlo en varias start ups y con una gran operación. Dicho de otra forma: El hecho en sí se convierte en una especie de negocio en el que los inversores apuestan a que va a haber un encuentro entre ambos actores y sus correspondientes necesidades. Ello, es tan así que hasta uno de los propios actores (la consolidada) participa en dicho proceso con inversiones concretas.
Aparecen algunas características asociadas a las start ups:
- Presencia de las personas emprendedoras que tienen la idea innovadora, la nueva tecnología o nuevo concepto, nuevo modelo de negocio a desarrollar. Ello conlleva mucho riesgo.
- El riesgo del proyecto hace que no sea asumido por parte de la empresa tradicional consolidada.
- Necesidad y aparición de inversores que apuestan por la idea y, de esa forma, se crean dichas empresas emergentes que denominamos start ups.
- Posible adquisición, por parte de las empresas consolidadas, de aquellas empresas emergentes, una vez demostrada la viabilidad del proyecto. No asumen el riesgo y adquieren, normalmente a precios muy elevados, cuando ya existen resultados.
- En ocasiones no se produce la compra de la empresa emergente y simplemente se colabora con ella en la adquisición del conocimiento derivado del proyecto.
Un mecanismo como el descrito no elimina el riesgo, pero lo asume en base a posibles futuros beneficios. Pero la mortandad de los intentos es muy elevada. No es fácil saber las cifras de fracaso y se suele recurrir a la cifra del 90% de fracaso, incluso del 95%, pero no hay estudios rigurosos al respecto.
En este punto es donde es importante insistir en dicha conexión entre la empresa consolidad y la start up. Podemos indicar una especie de secuencia temporal:
- Aparición de la idea; normalmente fruto de la Investigación en entornos universitarios, pero sin desarrollo asociado.
- Pasión de las personas que han descubierto la idea y que las lleva a intentar rápidamente su desarrollo. En este punto se suelen centrar las grandes ventajas que se asocian a las start ups:
- Pasión.
- Entrega.
- Rapidez.
- Flexibilidad.
- Dificultad en llegar al mercado y agotamiento de los recursos disponibles para culminar el proyecto.
- Es el momento de la conexión entre el conocimiento y desarrollo naciente (o finalizado) y los recursos necesarios para terminarlo (o sacarle provecho).
Obviamente este es el camino deseado, pero también se puede dar el caso, y se da, de la start up que sigue su camino, crece, se desarrolla y llega a ser empresa consolidada.
De todo ello podemos extraer una especie de definición de start up como una organización centrada en conocimiento tecnológico, disruptivo, con una organización relativamente poco estructurada, con una cultura abierta, y personas que presentan pasión, entrega, agilidad y flexibilidad.
Pero existe una definición que podemos definir, no de forma categórica, como la más ampliamente aceptada y debida a Steve Blank, auténtico impulsor del fenómeno a nivel popular: Organizaciones temporales que están pensadas para evolucionar hacia grandes empresas mediante un modelo de negocio escalable y replicable.
Otro de los autores de referencia en el campo de las start ups, Eric Ries, la define como una organización de personas creada para generar un nuevo producto o servicio bajo condiciones de muy elevada incertidumbre.
El foco tecnológico, en las start ups, está centrado en ámbitos tecnológicos o de tecnologías aplicadas a nuevos sectores.
Dentro de este segundo foco en campos determinados, podemos distinguir varios tipos de start ups:
- Automatizadoras: Foco en el consumidor y en la automatización de procesos manuales. Adquisición de clientes de forma automática.
- Transformadoras sociales: Foco en la experiencia del usuario. Adquisición de clientes de forma automática. Generan interacción entre usuarios y pueden monopolizar a los usuarios.
- Integradoras: Foco en las pequeñas y medianas empresas. Mejorar procesos del negocio en sus productos. Venta personal con los clientes.
- Retadoras: Foco en escasos clientes y con gran capacidad de gasto. Ofrecen producto o servicio diferente al de los proveedores habituales, más amigable y con valor añadido muy superior.
Este tipo de clasificaciones es muy variable, tanto como la velocidad de aparición de start ups y, así, cada poco tiempo aparecen nuevas clasificaciones. Posiblemente nos resulte más cercana y familiar la que propone Blank:
- Start ups de estilo de vida.
- Start ups de pequeños negocios.
- Start ups escalables.
- Start ups comprables.
- Start ups de grandes empresas.
- Start ups sociales.
En esta última clasificación ya tienen cabida, además, empresas comprendidas dentro del amplio campo del emprendimiento.
A modo de resumen podemos citar estas cinco características definitorias:
- Base tecnológica.
- Novedad en cuanto a la tecnología o conocimiento.
- Asociada al fundador.
- Tamaño inicial pequeño o mediano.
- Capaces de crecer rápidamente.
Ello conlleva una elevada intensidad en I+D e incluso en sólo I, de ahí su elevada incertidumbre y riesgo en cuanto a su capacidad de crecer y lograr el éxito.
Llegados a este punto podemos enlazar la organización así definida, la start up, con la Innovación Abierta. ¿Dónde se ubica y cómo lo hace?, ¿cuál es su función?
- La Innovación Abierta es el objeto.
- Existe un éxito, claramente identificable si lo asociamos a la consecución de los objetivos marcados en el proyecto.
- La start up y la empresa consolidada son los sujetos para hacer realidad aquél objeto.
- Existe un éxito, que denominaremos parcial, que se refiere exclusivamente a las start up, y que es su propia supervivencia.
- Alcanzar este éxito puede ser independiente de conseguir enlazar con empresas consolidadas para la realización de proyectos de innovación abierta.
- Las aceleradoras y otros agentes son intermediarias para que dichos sujetos se desarrollen y encuentren.
Con todo ello y tratando de llegar a una conclusión, podemos decir que la Innovación Abierta con Start Ups es una forma más de realizar proyectos colaborativos, ni siquiera la predominante y, además, habitualmente circunscrita a grandes empresas con capacidad económica para asumir mayores riesgos. Por otro lado, puede ser la forma más directa de introducir innovaciones más determinantes e incluso disruptivas.