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En estos años de gran auge del emprendedurismo y de la gran expansión de la innovación como recurso para la supervivencia empresarial empezamos a disponer de datos estadísticos sobre la realidad de los mismos y hay publicaciones al respecto que ponen el aviso en la posible "burbuja" a la vez que sirven de recopilatorio de casos para poder sacar enseñanzas.

Analizando estas publicaciones así como de mi propia experiencia de cerca de 400 casos entre 2012-2017 y que he ido plasmando en diferentes publicaciones de mi blog, quiero focalizar el tema desde una óptica diferente: la facilidad que tenemos, en determinadas ocasiones, para engañarnos a nosotros mismos.

El emprendedor y máxime si su idea para emprender es realmente innovadora, tiene tendencia a creer (¡está realmente convencido!) de que la suya es la idea "definitiva". Pero esta certeza inicial suele, en muchas ocasiones, chocar con la dura realidad y hay que estar preparados para ello, conocer esa dura realidad y la forma de afrontarla ya que en ocasiones ni la idea, ni la constancia, el ímpetu y las ganas son sinónimo de éxito.

¿Cuáles son las llamadas de atención de textos como los indicados o el fruto de esa experiencia que os comentaba?:

  • ¿Tienes clara tu idea? ¿Realmente la tienes clara y estás preparado?:

    • La idea puede ser brillante, cierto, pero tiene que valorarlo así alguien más que tú, tus potenciales clientes por ejemplo, gente en la que confíes, tu mentor si lo tienes... alguien un poco más alejado de la idea que tú mismo. ¡No te engañes ya desde el principio!

    • Por otra parte puede ser que la idea sea fruto de un trabajo en equipo y que realmente sea brillante pero que no lo sea tanto el equipo, que no esté preparado o que no lo estés tú mismo. Las ideas no las hacen brillantes los equipos ni los equipos son brillantes gracias a la idea. ¡No te engañes a ti mismo!

  • Ya que hablamos del equipo... ¿sólo o acompañado?

    • Si la idea es tuya y crees que estás realmente preparado... date un respiro y analiza que el éxito no es tener la idea. El éxito es hacerla realidad. Ello afecta a muchos aspectos como el desarrollo de la idea, plasmarla en acciones, definir los procesos de ejecución, tener el proyecto y planificarlo, producir, entregar, comprar y vender... ¡No te engañes pensando que tú sólo lo vas a hacer todo perfectamente!

    • Como difícilmente serás bueno en todo, tienes que definir las áreas en las que necesitas ayuda y que pueden ser en producción, gestión, venta, finanzas... y ello supondrá, muy probablemente, otros perfiles personales (además de los profesionales) que no tienen que ser como el tuyo. ¡No te engañes replicando tu perfil en todo!

  • El equipo y tú mismo tenéis que dar los primeros pasos: Tener un Modelo de Negocio claro y conciso y llegar hasta el Plan de Negocio:

    • El pragmatismo no está reñido con la ilusión por la idea. Se deben complementar para incrementar las probabilidades de éxito. El plantear un Modelo de Negocio y hacerlo todo el equipo conjuntamente puede ayudar a resolver dudas que se planteen a la vez que aflorar nuevos interrogantes. Ayudará a plantear diferentes escenarios y conducirá, paso a paso, a lograr el Plan de Negocio. ¡No te engañes pensando que la idea florecerá por si sola en éxito!

    • Pero que ese pragmatismo no te frene, sigue el camino sin parar hasta completar el Modelo de Negocio y el Plan de Negocio. Pacta y lánzate para saber si son ciertas las premisas desarrolladas. ¡No te engañes, nunca tendrás la certeza absoluta con todo perfectamente estudiado y ajustado!

  • Pero ¿y si sale mal?:

    • Analizar el por qué salió mal es fundamental en este momento, no perder ni un minuto en si "tenía yo razón o la tenías tú o aquél...". Analizar objetivamente los factores que han fallado en el Modelo de Negocio o en el Plan de Negocio. ¡No te engañes pensando que echando el problema sobre otro se resuelve el asunto!

    • Una vez analizado lo que ha fallado es determinante ser realista ya que habrá factores como la posible falta de financiación o recursos económicos que no tendrán fácil solución, o el acceso a los clientes porque no los hemos identificado adecuadamente o porque nuevamente necesitamos recursos para llegar a ellos. Si no hay clientes no hay idea exitosa. ¡No te engañes pensando que ha sido mala suerte y que más pronto que tarde los clientes vendrán!.

    • En algunas ocasiones tendemos a pensar que "no hemos sido entendidos" y que la culpa es del mercado que no nos capta la idea. ¡No te engañes, aunque así fuera tú idea no ha sido exitosa!

  • Entonces ¿Qué hago?

    • Dedica un tiempo, tranquilamente, al anterior análisis, consulta con otros, pregunta y vuelve a preguntar en el propio mercado qué ha podido fallar, observa mucho, márcate un plan de mirar y visitar qué y cómo lo hace tu competencia. ¡no te engañes, también otros lo han intentado y fallado y, posiblemente, han encontrado la forma de alcanzar el éxito!

    • Con todo el análisis tienes que rehacer tu Modelo de Negocio y contrasta tu Plan de Negocio con algún especialista... y vuelta a empezar. ¡No te engañes, nadie te lo dijo pero emprender en ideas innovadoras y lograr el éxito es muy, muy complejo, como mínimo no es nada fácil!

  • ¿y si sale bien?

    • Enhorabuena y si, además, ya estás en el 5º año de actividad serás uno de los del 5% que superan dicha barrera ¿sabías este dato? ¡No te engañes, no es fácil!... pero se puede.

    • Si te ha salido bien lograrás varios de tus objetivos como el de que has hecho posible tu idea, disfrutas con tu trabajo y, muy posiblemente, sea motivador y gratificante, dispones de flexibilidad...¡Pero no te engañes, dedicarás mucho tiempo, esfuerzo y es posible que tengas estrés!

  • Pero lo habrás logrado, incluso en sectores tradicionales poco glamurosos. ¡No te engañes, pocas cosas hay más gratificantes que lograr aquello que uno se propone y que, además, tenga éxito!

¡No te engañes, emprender con ideas innovadoras es maravilloso pero no es fácil!

 

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