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La necesidad de una formación permanente

Recupero un anterior post que titulaba ¿Qué formación para el innovador? y, en esta ocasión lo amplio en el espacio temporal que dicha formación implica: La necesidad de una formación permanente. Lo traigo precisamente ahora porque está próxima a iniciarse la 7ª edición del Máster en el que participo como docente y tutor de prácticas. Me obliga a una reflexión sobre el tema.

  • Fase inicial:

El innovador es un profesional que, inmerso normalmente en un equipo, produce innovaciones a partir de ideas generadas con creatividad. Incluso participa en llevarlas al cliente. Tomando la anterior definición podemos considerar tres campos de conocimiento en el perfil del innovador:

  • Conocimientos generalistas asociados a talento generalista.
  • Conocimientos específicos asociados a talento especialista.
  • Actitudes, habilidades y competencias asociadas al trabajo.

¿Formación general (o generalista) o de especialización? La pregunta es fácil o compleja de responder dependiendo de la óptica de quien la plantee:

  • El empleador
  • El empleado.

El empleador lo tiene más fácil ya que su objetivo será confeccionar un equipo donde existan los dos perfiles: Personas de talento y conocimientos generalistas y otros mucho más especialistas en la materia en la que se esté innovando. Entre los conocimientos generalistas estarán lo que habitualmente nos enseñan en las licenciaturas o, mejor, ingenierías. Me atrevo a señalar como básicas hoy en día: Técnicas de laboratorio y gestión de proyectos, Estadística, estructura de materiales, matemáticas, física (especialmente mecánica y electricidad/magnetismo), química (materiales y estructura), biología (especialmente bioquímica), etc. es decir las materias presentes en el diseño curricular de cada cual cuando estudio. Entre los conocimientos especialistas estarán los que corresponden a las asignaturas de especialidad, a las de profundización en los últimos años o en cursos posteriores postgrado y más centradas en los mismos campos generalistas pero con enfoque de especialidad en campos más concretos. El empleado deberá diseñar su trayectoria profesional teniendo en cuenta lo anterior. Para ello recomiendo:

  • Ser buen generalista en la fase inicial y ofrecerse como tal.
  • Seguir perfeccionándose y tratar de ser especialista “desde dentro”
  • Fase de continuidad

Pero lo anterior es un simple, aunque no menor, punto de arranque. El innovador, por propia naturaleza y podemos decir que "por definición", es un profesional dedicado a cosas nuevas, a desarrollar novedades, a llevar a buen puerto ideas creativas. Es, pues, un profesional que está permanentemente en fase de actualización. Pero dicha fase de continuidad hacia dónde dirigirla. Volvamos al mismo esquema anterior:

  • Conocimientos generalistas asociados a talento generalista.
  • Conocimientos específicos asociados a talento especialista.
  • Actitudes, habilidades y competencias asociadas al trabajo.

Los Conocimiento generalistas deben ser objeto de profundización y actualización pero muy adaptados al proceso innovador concreto en el que el profesional ya se vea inmerso (proyecto, organización). Los Conocimientos específicos son los determinantes en cada momento y que van a requerir una formación-investigación-vigilancia permanente. Será el proyecto concreto, la idea a desarrollar la que obligará a profundizar en el tema concreto y acceder a las fuentes de conocimiento adecuadas. En el tercero (Actitudes, habilidades y competencias) es donde más empeño tiene que poner el profesional innovador y ello por 3 principales motivos:

  • El estudiar, estar actualizado, acceder a las fuentes, saber buscar, seleccionar contenidos y sacar lo que interesa es una habilidad que hay que aprender en esta fase de continuidad.
  • Aparecen nuevos retos no exclusivamente asociados al conocimiento técnico del tema. El saber planificar, organizar el proyecto, gestionar operaciones, recursos, personas y tiempo es otra habilidad no presente en la fase inicial y determinante para progresar como innovador en la organización.
  • Liderar un equipo, un proyecto desde la fase inicial de "venderlo" para su aprobación hasta lograr el éxito, administrar las diferentes habilidades de las personas, gestionar los conflictos inherentes al equipo y saber dominar la incertidumbre de los proyectos de innovación es otra habilidad a aprender.

Por suerte la oferta de formación existe y de calidad. Por desgracia el tiempo operativo es escaso y ello obliga a un sobre esfuerzo importante. No hay alternativa, a no ser que se quiera dejar de ser innovador. ¿Hay realmente un punto final en la formación del innovador?

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