¿Qué modelo de innovación para España?
Estamos habituados a tomar, como ejemplo a seguir, a los países de nuestro entorno y especialmente Alemania, Francia, Holanda, Reino Unido o Italia. Lo hacemos para multitud de temas y con ello se pretende justificar la necesidad de convergencia. Cuando el tema interesa al analista, toma la convergencia simulando que somos totalmente comparables, pero cuando no interesa se aducen las diferencias entre países para justificar la no aplicabilidad. ¿Qué hacer? ¿Y para la Innovación? España es un país de Pymes. Esta realidad no está sujeta a discusión, es una evidencia. Generan el 75% del empleo (en algunas comunidades hasta el 90 %) y cerca del 70% del VAB. Este dato hay que considerarlo cuando nos comparamos. Otro dato experimental es que la productividad de las empresas es menor cuanto menor es su tamaño (valores medios). Ver COTEC. Pero partiendo de esa realidad tenemos que hacernos la siguiente pregunta: ¿Podemos converger con Europa en Innovación? Traigo a colación el artículo de Juan Mulet en El País del 11/08/2013. Durante la época expansiva 1995-2010 se paso de un 0,74% del PIB en gasto total de I+D al 1,39%. Lentamente, pero camino de converger. El sistema funcionaba eficientemente y, entre otros, asumió el compromiso del Programa Zenit con unos resultados contrastables. En 2011 cayó un 4,1% el gasto en I+D en el sector público y un 2,4% en el privado. Los datos previstos para el 2012 han sido mucho peores (datos previsto sobre lo que se conocerá a finales del presente año) y la previsión para 2013 (indicadores adelantados) es todavía peor. Todos los indicadores de innovación están en recesión y van tres años. Mientras tanto nuestros vecinos a los que nos queremos comparar, están incrementando su gasto público en I+D. Si, interesadamente, se quieren comparar los datos del nuestro PIB con la media de la OCDE podría parecer que estamos a la par, pero si se descompone, porque hay que hacerlo en forma de Productividad Total de los Factores PTF, se observa que el peso del factor trabajo es el fundamental en nuestro crecimiento comparativo con nuestros vecinos, algo similar pasa con el factor capital pero... el peso del conocimiento fue menos de la mitad que Alemania, un quinto que Finlandia o la décima parte que Corea. Dice Mulet que España ya no participó en la revolución industrial como cambio basado en el conocimiento que aporta valor y que desde entonces hemos seguido renunciando a este recurso, que es el fundamento del bienestar en los países más avanzados. Por lo tanto todo indica que la convergencia con Europa en materia de Innovación se aleja definitivamente. Entonces nos queda la pregunta ¿Qué modelo de Innovación en España?
