La supervivencia de las empresas que permanecen no es fácil pero perviven y mantienen su actividad, disminuida o no pero activas a pesar de las dificultades.
La mortandad de empresas, la desaparición de organizaciones, es una constante desde que se inició esta maldita crisis y de forma más acentuada en 2010-2012, sin que haya desaparecido la previsión para el 2013. Por otro lado, la supervivencia de las empresas que permanecen no es fácil pero perviven y mantienen su actividad, disminuida o no pero activas a pesar de las dificultades. Pero llegados a esta situación y con unos años de perspectiva podemos preguntarnos ¿hay algunos factores que hayan resultado determinantes en la supervivencia de unas empresas y la desaparición de otras? Dado que son muchas las de una muestra y de la otra, que es largo el periodo que podemos tomar en consideración (por ejemplo si nos fijamos en 15 años), se dispone de suficiente información para que el estudio resulte representativo y válido en cuanto a englobar factores temporales variables (ciclos).
En un reciente estudio y sobre una población muy concreta (sector de baldosas cerámicas de Castellón-España), nos hemos planteado esta pregunta e investigado las posibles respuestas. Se ha tomado un periodo (1998-2009) largo para contener diferentes momentos o periodos económicos. La muestra son 60 empresas (suficientes para disponer de representatividad sobre el global de la población estudiada) y los factores analizados han sido: Resultados económicos, Modelo de gestión empresarial y su evolución en el periodo mencionado, modelo de gestión industrial (se trata de empresas industriales), innovación de productos o procesos. La variable respuesta ha sido la propia supervivencia. Los resultados son claros:
- Resultados económicos: Es especialmente destacable el diferencial en el valor de Gastos de Personal/Valor de la Producción (%) entre las que pierden y las que ganan. En un trabajo posterior se ajusta esta diferencia analizando el Riesgo Operativo como determinante entre ambas poblaciones de empresas.
- Por cuanto a la Gestión, las diferencias se centran en el Liderazgo enfocado a la Excelencia, la confección y seguimiento de un Plan Estratégico, disponibilidad de planes concretos de RRHH, Alianzas fuertes con proveedores y otros partners,
- Enfoque industrial hacia el Cliente, Control de la eficiencia productiva, empleo de TIC´s, Análisis del valor en producción, equipos de personas preparados para las mejoras, Gestión de Mantenimiento ... para llegar a
- la Innovación donde los factores diferenciales se centran en: mayor capacidad interna de investigación y disponibilidad de herramientas organizativas en este sentido, mayor capacidad de relaciones externas y mayor inversión media en I+D.
Si bien estos resultados están en la línea de lo tantas veces publicados, tiene la importancia de tratarse de un trabajo experimental, en una muestra representativa y donde las comparaciones son extremadamente próximas y, por qué no decirlo, donde se ha dado el fenómeno de que unas pierden y otras ganan. ¿Cuál es tu experiencia en este terreno? Añadirías o quitarías alguno de los factores que han resultado determinantes
Comentarios
- Vie, 23/01/2015 - 22:00— responderMe ha parecido interesante la reflexión Paco. Desde mi posición, ya que trabajo con gente y empresas de Estados Unidos, el mayor problema que veo en España es la poca orientación hacia el empleado que hay. Hay la sensación por parte de los directivos de que con darles un sueldo a los trabajadores todos los meses éstos tienen que "currárselo" para mantenerse motivados y que es su obligación. No se contempla por ejemplo cómo mejorar la satisfacción del empleado que a lo mejor quiere progresar pero se encuentra con una pared dentro de la empresa. No se considera que la obligación de un jefe es motivar, no amenazar o "mandar". En definitiva es un cambio cultural en el que en lugar de buscar la excelencia dentro de la empresa se le da importancia sólo a los números y no a las personas. Esto es lo que me cuentan amigos y conocidos en España todos los días. Y los números pueden estar dando una imagen de la empresa que no tiene que ver con la que percibe el cliente. Muchas veces veo ejemplos de empresas en España que funcionan a pesar y no gracias a sus directivos. Lo más importante, desde luego, como comentas es ver qué es lo que puede estar fallando. Pero creo que la arrogancia es el mayor problema, y el despreciar la información que te puede dar un empleado al final de la línea puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso, siendo esa información más valiosa que la que pueda dar cualquier consultora que no conoce esa empresa, las personas que trabajan en ella, ni los clientes de la misma.