Las start ups son organizaciones que crean tecnología nueva y que pretende ser disruptiva. La creación de esa tecnología conlleva riesgo empresarial asociado a la propia tecnología, desarrollo, mercado y comercialización. Dicho riesgo es asumido, habitualmente, por los propios emprendedores de la idea y por los inversores que creen en dicho desarrollo como fuente de futuros beneficios.
Aquí es donde aparece el nexo de unión entre la start up y la empresa consolidada.