La Innovación es la acción y efecto de innovar, es decir que implica acción para lograr innovar.
La Innovación, como definición en el diccionario de la RAE, es la acción y efecto de innovar, es decir que implica acción para lograr innovar. Así mismo innovar, como verbo, implica mudar o alterar algo, introduciendo novedades.
Desde un punto de vista puramente gramatical resulta evidente que innovar implica acción y que la innovación es el resultado de la misma. Así pues resultará fácil asociar innovar con un proceso encaminado a obtener innovaciones Los procesos, por propia definición, son el conjunto de actividades encaminadas a transformar una entrada en una salida que contenga valor añadido sobre aquella. Ello es válido para el caso que nos ocupa. Se trata pues de una serie de actividades, bien en forma de etapas sucesivas o simultáneas, que logren la transformación.
Esta breve consideración viene a colación de la discusión bibliográfica existente entre autores que consideran la innovación como un fenómeno no parametrizable o que se pueda considerar modelizable en forma de proceso, los defensores de dicho modelo de proceso y la reciente aparición del texto “Innovar para ganar” de Fernando Trías de Bes y Philip Kotler (Ed. Empresa Activa 2011) que introduce una nueva dirección, al proponer la innovación como el resultado de la interacción entre los que participan del proceso innovador.
No existe contradicción entre los autores ya que en todos los casos, incluido el último, se hace referencia a “las etapas o fases de un proceso de innovación deben ser el resultado de la interacción de quienes ...”, pero en definitiva se trata de un proceso con etapas, independientemente de que el efecto dominante sea la acción o los actores.
No es menos cierto que cada autor, en este terreno nos encontramos todos, trata de hacer una aportación que resulte novedosa y ello es de agradecer porque los modelos se enriquecen, pero no lo es menos que, en ocasiones, sería muy bien venida la aportación integradora de diferentes aportaciones.
El denominado “modelo A-F” que proponen Trías de Bes y Kotler presenta la novedad de centrar el hecho innovador más en los roles de las personas intervinientes en las actividades que en la organización de dichas actividades. Podría parecer una obviedad, ya que no existen actividades sin actuantes, pero tiene el mérito de desarrollar un nuevo enfoque para definir roles, cualificaciones y características de los intervinientes a la vez que propone un desarrollo no lineal y más en formato red que puede permitir una mejor adaptación de la organización al hecho innovador en base al proyecto concreto.
Creo que se trata de una nueva aportación, complementaria con otras, para el mejor conocimiento y desarrollo efectivo del hecho innovador.
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¿Y tú?¿Crees compatible el sistema tradicional basado en un proceso lineal de actividades con la intervención de los roles?